sábado, 12 de febrero de 2011

La Respiración De La Unidad



La Respiración De La Unidad
y
La Meditación Sagrada del Corazón

La Respiración De La Unidad
por Drunvalo Melquizedek


“Deja que tu atención se mueva a un lugar en la Tierra que sientas que es el lugar más hermoso del mundo. Puede ser cualquier lugar -una escena de montaña con árboles, lagos y ríos, o un árido y arenoso desierto con muy poca vida-, cualquier lugar que tú percibas como bello. Ve tantos detalles como puedas.

“Por ejemplo, si el lugar que elegiste es una escena de montaña, ve las montañas y las nubes blancas y abultadas. Ve y siente el bosque y los árboles moviéndose con el viento. Ve los animales, venados, renos, pequeños conejos y ardillas. Mira hacia abajo las claras aguas de los ríos. Empieza a sentir amor por este lugar y por toda la naturaleza. Continúa creciendo en este espacio de amor con la naturaleza hasta que tu corazón esté latiendo con el calor de tu amor.

“Cuando sientas que el tiempo es correcto, con tu intención, envía tu amor al centro de la Tierra para que la Madre Tierra pueda sentir directamente el amor que tienes para ella. Si quieres, puedes colocar tu amor en una pequeña esfera que lo contenga y enviarlo a la Madre. Pero es tu intención lo que es importante. Entonces espera, como un niño. Espera hasta que la Madre envíe su amor de regreso a ti y lo puedas sentir. Tú eres su hijo, y yo sé que ella te ama.

“Cuando el amor de la Madre entre en tu cuerpo, ábrelo completamente dejando que este amor se mueva a cualquier parte y por todo tu cuerpo. Déjalo entrar a todas tus células. Déjalo moverse por todo tu cuerpo de luz. Déjalo moverse por dondequiera que desee moverse. Siente este hermoso amor con el que tu Madre te ha envuelto y permanece en esta unión con la Madre Tierra hasta que sientas completa esta experiencia”.

Unirse con el Padre Divino

“Cuando sea el momento adecuado, lo cual sólo tú puedes saber, sin romper la unión de amor con tu Madre, vuelve tu mirada al Padre, al Padre celestial. Mira al resto de la creación más allá de la Tierra. Pon tu atención en un cielo nocturno. Ve la Vía Láctea moverse a través de los cielos. Observa los planetas y la Luna girar alrededor de ti y de la Tierra. Siente al Sol escondido detrás de la Tierra. Date cuenta de la increíble profundidad del espacio.

“Siente el amor que tienes por el Padre, porque el Padre Divino es el espíritu de toda la creación, excepto la Madre Divina. Y cuando este amor sea tan grande que ya no puedas contenerlo más dentro de ti, con tu intención déjalo irse a los cielos. De nuevo puedes enviarlo dentro de una pequeña esfera si así lo quieres”.

Sri Yukteswar dice que pongas tu amor en una pequeña esfera y con tu intención lo envíes a los cielos. Dice que lo envíes a la red de conciencia de unidad alrededor de la Tierra. Si tú no sabes lo que es esta red, no te preocupes, sólo haz lo que hace la mayor parte de los indígenas del mundo: envía tu amor hacia el Sol. Igual que las redes, el Sol está conectado a todos los otros soles o estrellas y finalmente a toda la vida en todas partes. Algunas personas, como los hopi del suroeste de los Estados Unidos, envían su amor al Gran Sol Central, lo cual es otro concepto que no todos tienen pero que es igualmente válido. Escoge uno, no importa cuál. Lo importante es que tu amor llegue a toda la vida en todas partes.

Sri Yukteswar continuó: “Una vez que tu amor ha sido enviado a los cielos al Divino Padre, de nuevo espera; espera a que el Padre envíe su amor de regreso a ti. Y por supuesto siempre lo hace. Tú eres su hijo por siempre, y el Padre Divino siempre, siempre te amará. E igual que con el amor de la Madre, cuando sientas el amor del Padre Divino entrar en tu ser, déjalo moverse a cualquier lugar que desee. Es el amor de tu Padre y es puro”.

La Sagrada Trinidad está viva

“En este momento, algo que raramente sucede se manifiesta: la Sagrada Trinidad está viva en laTierra. La Divina Madre y el Divino Padre están unidos contigo en amor puro y tú, el Divino, completas este triángulo”.

La respiración de la Unidad es un prerrequisito para entrar en el espacio sagrado del corazón. Sin embargo, aún hay dos obstáculos principales para entrar realmente dentro de este espacio sagrado.

Primero, para la conciencia occidental la respiración de la unidad por sí sola no es suficiente para encontrar el lugar en el que está el espacio sagrado del corazón. ¿Por qué? Porque tu mente siempre creará una ilusión para alejarte de la verdad. Tu mente siempre te dice: “No escuches a tu corazón. Sólo yo sé el camino. Sígueme a mí y a mi lógica y todo estará perfecto. Mi ciencia es el único camino para conocer la verdad”. Usando el proceso de pensar y la lógica, la mente te mantendrá dentro de tu cabeza. Y mientras permanezcas dentro de tu cabeza, de tu cráneo, nunca jamás encontrarás el espacio sagrado del corazón. La mente ha escondido el poder del corazón por miles y miles de años.

Segundo, se necesita saber acerca de la movilidad del espíritu dentro del cuerpo humano. Sin este conocimiento, todos los esfuerzos para alcanzar el lugar sagrado del corazón no producirán resultados. Uno necesita descubrir que el espíritu se puede mover dentro del cuerpo y entonces literalmente dejar su lugar dentro de la cabeza y la mente para entrar en un estado de conciencia e inteligencia completamente alterado que se encuentra dentro del corazón.

Desde mi propia experiencia y de la experiencia de miles de personas, he descubierto que superar el proceso humano del pensamiento es algo fácil de lograr una vez que tenemos claro qué es lo que debemos hacer. Si sólo te sientas a escuchar o respondes a tus pensamientos, permanecerás atrapado en la cabeza y tus pensamientos continuarán perpetuamente y te detendrán.

Hay unos cuantos sistemas de meditación que ayudan a sobreponer la mente o a darle la vuelta, como la meditación vipassana, donde uno se sienta en meditación muchas horas hasta que se adquiere un punto de quietud. Pero hay un método más simple, y éste consiste en que el espíritu simplemente deje la cabeza y la mente al mismo tiempo. Para entrar al espacio sagrado del corazón esta es la única manera que conozco.

Casi nunca he encontrado a personas que sepan que el espíritu humano se puede mover dentro del cuerpo humano. La mayoría de las personas me miran como si estuviera loco cuando hablo perfectamente acerca de esto. La mayoría de la gente indígena, sin embargo, lo entiende perfectamente; en su proceso espiritual ellos experimentan exactamente eso.

El espíritu humano está separado del cuerpo. Cuando morimos, nosotros (nuestro espíritu) dejamos el cuerpo y regresamos a un mundo que parece separado de éste. El cuerpo humano es como un abrigo, nos lo ponemos para ser humanos y nos lo quitamos para ser algo más. En mis estudios he encontrado que en este momento de la historia el espíritu humano está comúnmente enfocado en la glándula pineal, en el centro de la cabeza. Si el espíritu está localizado en la glándula pineal significa experimentar el cuerpo humano desde el punto de vista de mirar el mundo a través de los ojos y sentir como si el mundo exterior estuviera separado de nosotros.

Parece que nosotros estamos directamente detrás de los ojos, aunque podemos experimentar otras partes de nuestros cuerpos. La mayoría de nosotros hemos tenido la experiencia de poner nuestra atención en otras partes del cuerpo -una mano o un pie por ejemplo-, pero aún lo hacemos con el espíritu localizado en la glándula pineal.

Hay otras maneras de experimentar el cuerpo humano, y es una de estas otras maneras la que quiero enseñarles ahora. Deben entender y experimentar esta parte antes de que puedan continuar para encontrar el espacio sagrado del corazón.

Primer ejercicio: moviéndose alrededor del cuerpo

Es más fácil hacer este ejercicio si piensas en él como un juego, y aún más fácil si te miras como si fueras un niño. No tomes esto seriamente; la seriedad, la cual viene de la mente, sólo interferirá con el resultado del ejercicio. ¡Sólo diviértete! Es tu naturaleza infantil la que te permitirá entrar fácilmente al corazón, no el adulto calculando procesos de pensamiento de tu mente.

• Lleva tu atención a tu mano derecha. Siente todos los contornos dentro de tu mano y “permanece” ahí tanto como puedas. ¿Está tu espíritu aún dentro de tu cabeza, sintiendo tu mano? Eso sería lo normal. (Estoy haciéndote hacer esto porque no es de lo que estoy hablando; enfocarte en tu mano es permanecer en tu cabeza.)

• Piensa en tu espíritu, tú, como algo separado de tu cuerpo. Ve tu espíritu tal vez como una pequeña esfera de luz, del tamaño de una canica.

En el siguiente paso nos vamos a mover fuera de nuestra cabeza, en la forma de una pequeña esfera de luz, hacia dentro del chakra de la garganta. Tengamos primero una discusión intelectual para preparar a la mente.

Piensa en un edificio alto con un ascensor colocado en la parte exterior. El ascensor está hecho completamente de cristal, por lo que puedes ver hacia fuera mientras estás en él; puedes ver todo el edificio mientras viajas desde lo más alto hacia lo más bajo, hasta el piso más bajo. En tu camino hacia abajo puedes ver que lo más alto del edificio parece que se aleja de ti. Tu posición relativa cambia y tú de verdad ves el edificio desde otra perspectiva, ¿no es verdad?

• Ahora cierra tus ojos (esto es importante) y usa sólo tu imaginación para ver. “Mírate” a ti mismo como una pequeña esfera de luz moviéndose fuera de la glándula pineal o área de la cabeza y bajar igual que el elevador hacia el chakra de la garganta.

Mientras te sales de la cabeza, verás, en tu imaginación, tu cabeza física moviéndose lejos de ti igual que la parte más alta del edificio. No pienses acerca de este proceso, esto definitivamente interferirá con lo que estás haciendo. Sólo juega el juego.

• Una vez que llegas al chakra de la garganta, verás o sentirás en tu visión interna tu cabeza muy arriba de ti, y parecerá que estás mirando a través de tu garganta. Sé consciente de la suavidad de tu garganta a tu alrededor. Parecerá que estás al mismo nivel de tus hombros. ¡Tú puedes hacerlo!

• Si no lo puedes hacer al principio, entonces detente, relájate y re cuerda realizar este ejercicio como un juego. Sigue haciéndolo hasta que con tu visión interna puedas verte o sentirte a ti mismo, a tu espíritu moviéndose fuera de tu cabeza y llegando a tu garganta.

• Regresa a tu cabeza. Con tu visión interna, verás o sentirás tu cuerpo moviéndose hacia abajo mientras tu espíritu se aproxima al interior de tu cabeza o cráneo. Una vez que entres a tu cabeza de nuevo, asegúrate de que estás mirando en la dirección correcta, hacia tus ojos. (Puedes pensar que esto suena divertido o que se da por hecho, pero algunas personas regresaron a sus cabezas mirando en la dirección equivocada, y eso las desorientó. Probablemente no te suceda, pero sí pasa, simplemente gírate hacia tus ojos y todo se arreglará por sí solo rápidamente).

• Ahora deja tu cabeza y muévete hacia abajo hasta tu garganta de nuevo. Una vez que llegues ahí, sé consciente del suave tejido alrededor de tu garganta.

• Regresa de nuevo a tu cabeza, viendo el cambio en tu visión interna.

• Cuando estés de nuevo en tu cabeza, sé consciente del hueso de tu cráneo duro y sólido rodeándote. Siente la diferencia.

• Esta vez iremos más lejos. Muévete desde tu garganta hasta tu hombro derecho. En tu visión interna, asumiendo que aún estás viendo hacia el frente de tu cuerpo, nota cómo la cabeza está desplazada hacia la izquierda. Siente los huesos de tu hombro.

• Ahora continúa por el brazo hacia la mano derecha y entra al área de la palma de tu mano. Ve los dedos a tu alrededor. Frecuentemente parecen ser muy grandes, ya que en este momento tú eres muy pequeño. Siente los dedos alrededor de ti.

• Regresa a tu hombro,- después a tu garganta. Siempre detente un poco en tu garganta como punto de referencia antes de entrar de nuevo en tu cabeza. Ahora regresa al interior de tu cabeza, asegurándote de que estás mirando hacia el frente, en la dirección de tus ojos. Siente la dureza del cráneo alrededor de ti.

Segundo ejercicio: entrando al corazón

En este punto estamos listos para entrar al corazón, pero no vamos a movernos al espacio sagrado del corazón por ahora. Primero necesitas sentir la diferencia entre la cabeza y el corazón.

Empieza, como acabas de aprender, cerrando tus ojos y moviéndote fuera de tu cabeza y bajando hacia tu garganta.

Espera hasta que te sientas bien, y luego muévete hacia tu corazón físico, no al chakra del corazón. Siente o ve en tu visión interna tu corazón y siéntete moviéndote hacia él. Cuando llegues al corazón, continúa y muévete a través de la membrana externa y dentro del mismo corazón.

Escucha y siente el latido del corazón. Siente la suavidad del tejido que te rodea. Siente qué diferente es de la dureza del cráneo que rodea tu cabeza. El corazón es femenino y la cabeza es masculina. Es tan obvio.

Aunque puedes permanecer aquí todo el tiempo que desees, probablemente es mejor no estar más de cinco minutos. No te preocupes acerca del espacio sagrado en este punto. Sólo siente qué se siente estar en el corazón.

Cuando el tiempo te parezca correcto, sales del corazón, a través de la membrana y continúas hacia arriba, hacia la garganta. Detente un momento para sentir la garganta y continúa de regreso a la cabeza. Asegúrate de que tus ojos estén alineados correctamente. Siente cómo es estar de regreso en la cabeza y compáralo con lo que se siente estar en el corazón. Siente la dureza del cráneo y compárala con la suavidad del tejido del corazón. Has terminado el segundo ejercicio.

Tercer ejercicio: la cabeza “Om” y el corazón “Aah”

Ahora vamos a hacer el último ejercicio tres veces desde el principio. Cuando estés en tu cabeza canta el sonido “Om”, y cuando estés en tu corazón, canta el sonido ‘Aah”. Para ser claro les estoy pidiendo que usen su voz para hacer este sonido en el lugar apropiado. Este ejercicio es muy sutil, pero realmente ayuda a entender, en tus células, todo lo que has hecho hasta este punto. Has completado el tercer ejercicio.

La Meditación Sagrada del Corazón

Del libro: Viviendo en el Corazón
de Drunvalo Melquizedeck

El espacio sagrado del corazón está ubicado dentro de tu corazón físico.
Esta imagen tal vez ayude a ver al corazón internamente para entrar en él

Dos maneras de entrar al espacio sagrado del corazón

Cuando los kogi de Sudamérica me enseñaron, indicaron que la mejor manera de entrar al espacio sagrado del corazón era mantenerse de pie en un espacio o cuarto completamente oscuro, con los ojos cerrados, sin comer nada, sin beber agua y sin dormir, durante nueve días y nueve noches. Dijeron que haciendo esto la Madre Tierra vendría y el camino sería mostrado.

Su manera de vivir les permite hacer esa clase de meditación, pero para nosotros sería un enorme abismo que cruzar. Los kogi, quienes entienden muy poco de la sociedad tecnológica, me pidieron que enseñara el espacio sagrado del corazón de esta manera, pero me di cuenta de que presentaba un problema real. Les dije que esa clase de meditación de nueve días sería imposible para casi todos en el mundo moderno. Tal vez unos pocos lo podrían hacer, pero si queríamos que esto llegara al mundo tendríamos que encontrar otra manera.

Por eso le pregunté a mi guía interno, y poco a poco se descubrieron otras dos maneras. Estoy seguro de que hay más maneras de entrar al espacio sagrado del corazón, pero estas dos maneras funcionan. Real­mente no importa cómo encuentres tu manera de entrar, y mientras tu corazón permanezca puro, podrás permanecer ahí.

Entrar al espacio sagrado del corazón no implica aprender un proceso; más bien, es un proceso de recordar, porque siempre hemos estado en este espacio, desde el principio. Hemos escogido desviar nues­tra atención a esta manera de conciencia de polaridad, pero una vez que aprendamos la lección, estoy seguro de que retornaremos al estado primario de unidad.

El primer camino que intenté estaba basado en el descubrimiento hecho por el Instituto de Matemáticas del Corazón (Heart-Math) del campo toroidal alrededor del corazón; en particular, el descubrimiento del pequeño campo toroidal dentro del toroide grande. La premisa fue que la fuente real de este enorme campo electromagnético estaba dentro del espacio sagrado del corazón. Por lo tanto, si seguíamos la pista hacia atrás por las líneas geométricas de energía de este campo, nos llevaría directamente den­tro de este espacio sagrado. Y lo que encontré fue que es verdad: lo hacen.

El primer método es masculino por naturaleza; eso significa que puede ser comunicado a alguna otra persona, y si esa persona hace exactamente lo que se le transmite, el resultado siempre será el mismo. Desafortunadamente los métodos masculinos no funcionan muy bien para las mujeres . El segundo método, femenino por naturaleza, es tan simple que me tomó bastante tiempo verlo.

En el siguiente capítulo pondremos todas las instrucciones juntas en un método completo para llegar al espacio sagrado del corazón. Por ahora sólo necesitan entender mentalmente lo que se les pide. La experiencia real vendrá pronto: iremos al lugar donde el corazón físico estará frente a nosotros, y en ese momento veremos o sentiremos el campo toroidal con nuestra visión interna que se encuentra alrededor del corazón, y nos enfocaremos en el pequeño toro interno.

La forma masculina de entrar al corazón

Ésta es la manera masculina para entrar: cuando te estás moviendo hacia el corazón y ves el campo toroidal más pequeño, súbete encima de ese campo hasta que veas el toro desde arriba. Este campo de energía es un vórtice, como lo expliqué antes, girando y girando como agua que se va por la cañería. Se mueve despacio en su parte externa y más y más rápido hacia el centro, y entonces cae por el centro (de nuevo justo como agua que se va por la cañería). Para algunas personas el vórtice se mueve en dirección de las manecillas del reloj y para otras en dirección contraria a las manecillas del reloj. La dirección en la cual está girando puede estar relacionada con la preferencia sexual y parece que no tiene importancia.

Para esta meditación, cuando veas la parte superior del campo toroidal, ve o siente en qué dirección se mueve. Entonces, como una hoja flotando en un río, deja que tu espíritu repose en esta espiral de energía.

Comienza por sentirte a ti mismo girando y girando, despacio al principio, pero cuando te acercas al centro empiezas a moverte más y más aprisa hasta que finalmente entras al centro y empiezas a caer. No hay nada que temer. Sólo déjate ir y caer. En un momento te darás cuenta de que todo está muy, muy quieto. Como si estuvieras en el ojo del huracán, ahora estás dentro del espacio sagrado del corazón. De verdad estás ahí.

La manera femenina de entrar al corazón

Ésta es la manera femenina de entrar.- como lo mencioné, esta manera es tan simple que no la pude ver en un principio. Las instruc­ciones son fáciles, y la experiencia puede ser diferente para cada uno cuando usen este método. No importa si tu cuerpo es masculino o fe­menino, pero si seguir tu corazón es tu camino, entonces ésta es la manera de entrar para ti.

Para la forma femenina de entrar, todo lo que tienes que hacer es ver, sentir o percibir que te aproximas al corazón y entonces permítete atravesar su membrana, como lo hiciste antes. Excepto que ahora deja que tu naturaleza psíquica femenina sea la guía y deja que tu intuición te lleve al espacio sagrado de tu corazón. Déjate ir y muévete, sabiendo que en verdad te estás moviendo hacia el espacio sagrado de tu corazón.

Intenta una de las dos maneras, y si no funciona, intenta la otra. Recuerda que eres un hijo de Dios. Tú conoces este lugar, porque Dios y tú siempre han sido uno en este lugar. Siempre.

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